Receta: Costillas a la barbacoa.

La receta de hoy es muy muy simple, pero está buenísima. Y no es que lo diga yo, es que tiene muchos fans que me las piden cuando vienen a comer a casa.

Ya de ante mano os digo que la foto no le hace justicia, tienen bastante mejor pinta de lo que parece... Dentro de un mes y diez días podré hacer fotos mejores!!!


Ingredientes:

-Una o dos tiras de costillas de cerdo blanco (las de cerdo ibérico no valen, que tiene demasiada grasa).
-Salsa barbacoa.
-Sal.

Lo primero deciros que yo las costillas las compro en una carnicería. Las que vienen en bandejas en sitios como mercadona, carrefour, lidl, hipercor, etc son demasiado pequeñas y tienen muy poca carne. Para que os hagáis una idea, las que yo he comprado hoy han pesado casi dos kilos.

Colocamos las costillas en una bandeja de horno y le ponemos la sal. No os olvidéis de poner el papel vegetal, que así luego será más fácil fregar la bandeja. A mí hoy se me ha olvidado y me ha costado dejarla limpita.

Las metemos en el horno precalentado a 180º durante aproximadamente 20 minutos. El tiempo es relativo porque depende de lo gordas que sean, pero queremos que estén hechas aunque no del todo. Deben tener más o menos esta pinta:

Ahora es cuando le ponemos la salsa barbacoa. A mí la que más me gusta es la Hunt's, que sólo venden en el corte inglés e hipercor (que yo sepa), aunque es carilla (3€ y algo). Pero que cada cual le eche la que más le guste.

Yo uso un pincel se silicona de esos de cocina, pero vale una cuchara. Os dejo una foto del tipo de pincel, no pongo el mío que ya está muy viejo y no está en condiciones de enseñarlo.

 La salsa la ponemos por todas partes. Por arriba y por debajo, y generosamente.

¿Por qué esperamos a que las costillas estén a medio hacer para ponerle la salsa? Muy fácil, porque la salsa tiene mucho azúcar, y si la ponemos desde el principio se nos quema la salsa antes de que las costillas estén hechas.

Las volvemos a meter en el horno hasta que se terminen de hacer. Unos 15 minutos más. Al final se nos debe quedar con esta pinta:

Luego las troceamos (lo más cómodo es con unas tijeras) y a comer!!!!

Yo suelo poner un cuenco en la mesa con más salsa, por si alguien quiere bañarlas más.

A los que tenéis hijos pequeños, os lo recomiendo enormemente, que es divertidísimo verlos con la cara llena de salsa barbacoa de oreja a oreja!!