Hoy vamos a contar la historia de la tarjeta de crédito, de las que no sabríamos vivir sin ellas.
Esto de las tarjetas de crédito parece queviene de nuestros antepasados. Cuentan que los antiguos egipcios utilizaban algo parecido (nada electrónico por supuesto). Con el paso de los siglos llegaron las letras de cambio, el papel moneda y todos esos inventos bancarios que nos rodean.
Claro que, habrá que esperar a 1950 para ver nacer al verdadero dinero de plástico, hijo de Diners Club y American Express, en los Estados Unidos. El padre de la idea, Frank McNamara, tuvo un año antes un percance en un restaurante, cuando descubrió que no podía pagar la cuenta de una cena porque se había olvidado la cartera en casa. Esa fue la chispa que hizo crecer la nueva idea en su cabeza. Al principio la cosa no llegó muy lejos, pues las novísimas tarjetas no se podían utilizar más que en un puñado de restaurantes de Nueva York, pero poco a poco se fueron expandiendo. Su verdadero auge se comenzó en los setenta con la entrada en juego de las bandas magnéticas y sus estándares. A partir de ahí este pedacito de plástico conquistó el planeta y ha generado bastantes dolores de cabeza
Quien no tiene mas de una en nuestras carteras?? A mi me sobran la mitad pero tener tengo mogollón
Joer Pili, no te pega nada tener tantas tarjetas!!!
ResponderEliminarA mí me tiene dicho el del banco que para pagar con el dinero del monopoly no hay tarjeta...
Gracias por la info Pili
ResponderEliminarEsta historia creo que la había leído en Xataka si mal no recuerdo y está sucediendo la misma historia pero con el NFC, pocos móviles disponen de esta tecnología, pocos establecimientos (normalmente, restaurantes la ofrecen) y pocas compañías ofrecen estos pagos (hasta hace un mes)... El futuro de las tarjetas será el NFC?
ResponderEliminarQue es eso de la NFC?? es que no tengo ni pajorera idea
EliminarPues yo soy anti-tarjetas!.
ResponderEliminarDe hecho sólo tengo una y ni la uso.
Gracias por la entrada.
Gracias Pili.
ResponderEliminarYo he optado por una de esas "monedero", vamos, que si no hay pasta, no funciona.